Contexto e Tabla de Contenido
Contexto
La detección, notificación y respuesta tempranas y eficaces son cruciales para contener los brotes de enfermedades infecciosas y otras amenazas para la salud pública antes de que se intensifiquen. Mejorar la identificación y el control de estas amenazas requiere establecer objetivos ambiciosos pero alcanzables y garantizar la evaluación continua y la mejora del desempeño.
Las epidemias y pandemias recientes resaltaron las limitaciones en las medidas existentes de la capacidad de seguridad sanitaria y subrayaron la importancia de evaluar no solo la presencia, sino también el rendimiento en tiempo real de los sistemas necesarios para la detección y respuesta tempranas. Los comités de revisión independientes recomendaron constantemente herramientas y procesos fortalecidos para las evaluaciones funcionales que miden las capacidades operativas en situaciones del mundo real.
Mejorar la detección temprana y el control rápido de las amenazas para la salud pública requiere un enfoque que:
- establezca objetivos claros de desempeño;
- cuantifique las variaciones en el desempeño;
- identifique los factores responsables de estas variaciones; y
- utilice esta información para respaldar la mejora del desempeño y la promoción específica para obtener más financiamiento.
El monitoreo de las métricas de puntualidad se puede utilizar para evaluar tendencias e identificar mejoras en las capacidades de detección y respuesta. Sin embargo, cada amenaza para la salud pública es única y el rendimiento de los sistemas de detección y respuesta varía. La compilación y revisión de métricas de puntualidad de forma rutinaria permite agrupar datos entre eventos para identificar mejor las tendencias y los tipos de amenazas (p. ej., transmitidas por alimentos o agua, respiratorias, transmitidas por vectores, fiebre hemorrágica viral, brotes en animales), así como las amenazas que pueden requerir apoyo técnico y financiero adicionales para mejorar el rendimiento del sistema. Cada amenaza para la salud pública debe ser una oportunidad para aprender y mejorar.
En los últimos años, los reiterados fracasos para contener los brotes locales que luego se salieron de control (SARS, COVID-19 y ébola) indican la necesidad de iniciativas de respuesta global más sólidas. El enfoque 7-1-7 establece un objetivo simple para la detección y respuesta a brotes que permite a las entidades de salud pública en todos los niveles evaluar el progreso hacia métricas claras de puntualidad, identificar cuellos de botella e implementar medidas para mejorar el desempeño.